sábado, 12 de diciembre de 2009

ALMAGUER CAUCA
Llegar a Almaguer fue ascender a las majestuosas alturas del Macizo Colombiano desde Popayán atravesando los municipios de Rosas, La Sierra y La Vega. Regresar, por la vía que de Almaguer conduce a Popayán a través de El Bordo (Patía), fue comprobar que “el pasajero sabe la hora en que comenzó a viajar pero no la hora en que llegará ni las condiciones”.

La sensación de estar llegando al núcleo del Macizo Colombiano, al Nudo de Almaguer o Estrella Fluvial Colombiana, nacimiento de los ríos Magdalena, Cauca, Caquetá y Patía los más importantes de Colombia, tributarios del Mar Caribe, del Océano Pacífico y del Río Amazonas, el más caudaloso del mundo.

Ascendimos hacia Almaguer por carretera destapada, observando el tejido de una orografía imponente, descubriendo la bella población de Pancitará en el sitio de cruce de los caminos que conducen a Almaguer hacia la derecha y hacia el Valle de las Papas en el municipio de San Sebastián a la izquierda.

Del paisaje verde claro, pasamos a un verde más profundo, de las montañas bajas a las anchas e inmensas montañas de la cordillera central que dan forma al Macizo Colombiano y llegamos a Almaguer.


Desde sus primeros habitantes conocidos - los indios quillas - y las huellas dejadas por una conquista española sangrienta, valientemente enfrentada por comunidades nativas y guerreras capitaneadas por indios Paeces y Pijaos.

Pasando por una historia de riqueza, cuando fue llamado el principal Distrito Minero de la América Española, centro del comercio al interior de la colonia y de esta con España.

Nodo de articulación de los caminos reales que conducían a Quito, Mocoa, Popayán y Santa Fe de Bogotá, atravesando las tierras del Huila y el Tolima.
Reconstruir la esperanza es algo más que volver a levantar la iglesia, recrear el parque y habilitar de nuevo las viviendas.

“Antiguamente era una dicha llegar pasadas las cinco de la tarde, la gente se juntaba a jugar fútbol, baloncesto, había juegos interbarrios, interveredales, intermunicipales, los campeonatos deportivos del Macizo, se reunía la mayor gente” ALMAGUER, declarado patrimonio cultural e histórico de Colombia en 1.961, se nos presenta como un balcón hacia el macizo colombiano y una reliquia semidestruida que demanda una estrategia contundente de conservación y restauración.

CAQUIONA, expresión de una cultura indígena y católica, se vislumbra como una puerta hacia el páramo caucano, hacia la cuna del agua. Del Plan Ambiental Yanacona 2.004, aprenderemos a apreciar los bosques, las lagunas, los nacimientos de agua, como áreas sagradas.

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